EVEREST 100 YEARS AFTER

Everest, la gran montaña que se ha convertido en un arquetipo de cómo está el mundo.

 

En la parte delantera, podemos ver los rostros de los alpinistas,
George Mallory, Andrew Irvine, Edmund Hillary, y Tenzing Norgay.
En la parte trasera, podemos ver los rostros de los alpinistas,
Reinhold Messner, Araceli Segarra, Edurne Pasaban, y Juanito Oiarzabal.

 

George Everest contemplando a través de su Teodolito la cima de la montaña que fue bautizada con su nombre.

 

Es un homenaje a todos ellos, y al trabajo en equipo.
Aquellas grandes expediciones de exploradores románticos, que trabajaban en equipo para lograr una meta en común.

 

El paso de Hillary, representa una critica a la masificación.
Una gran cola de Alpinistas, han causado el gran embotellamiento.

 

El escalón de Hillary, representa de alguna manera, los grandes obstáculos a los que nos tenemos que enfrentar en la vida, para llegar a lograr metas, y alcanzar objetivos.

 

En el campo base del Everest, cada tienda de campaña, representa a un partido político. Cada uno de ellos están maquinando cómo llegar a alcanzar la cima del poder.

 

Sobre el templo de Boudhanath se alzan dos niñas que representan el festival de Indra Jatra.

 

En el templo de Swayambhunath, también conocido como el templo de los monos, podemos ver la figura de un mono haciéndose un selfi con el teléfono móvil junto a un monje Sadhu, es una critica a la gente que sólo va a la montaña para hacerse la foto.

 

La máscara de Mahakala, que parece un demonio, pero sirve para alejar los malos espíritus, especialmente para destruir él yo destructivo, el ego.

 

Remata la obra la figura de un Alpinista, llegando a tocar la cima, en el que se representa, el éxito, el reto, la ambición, la vanidad, la meta. A sus pies dejando atrás botellas de oxigeno que representan la contaminación, la gran montaña de basura del mundo.